No comer puede ser la mejor decisión que tomes hoy. Recupera tu energía, tu mente y tu salud dejando de perseguir el desayuno perfecto
1. Por qué dejar de comer también es medicina
No siempre comer es sinónimo de nutrirse. Hay días —quizá muchos— en los que lo más terapéutico que puedes hacer es simplemente no comer. No desayunar, no picar, no abrir la nevera por ansiedad. Solo darle espacio a tu cuerpo. Al intestino, al sistema hormonal, al cerebro.
El ayuno no es castigo. Es pausa. Es fisiología inteligente. Es una oportunidad de restauración para una maquinaria biológica que lleva millones de años optimizando esta estrategia. Durante el ayuno, el cuerpo deja de digerir para empezar a reparar. Es como silenciar todo el ruido metabólico para escuchar lo que realmente importa.
2. La fisiología detrás del ayuno: hormonas, cetonas y autofagia
Cuando no comes, no solo dejas descansar al intestino. También regulas tu insulina, elevas tu glucagón y activas la producción de cetonas [1]. Estas moléculas son mucho más que una fuente alternativa de energía: tienen funciones antiinflamatorias, neuroprotectoras y antioxidantes [2–4].
Durante el ayuno prolongado, el cuerpo entra en un estado de autofagia: un proceso natural de reciclaje celular donde eliminamos residuos metabólicos, proteínas mal plegadas y células disfuncionales [5]. Es una especie de «limpieza profunda» que previene el envejecimiento y promueve la longevidad [6].
Y no olvidemos lo más potente: el foco mental. Sin digestión activa, la energía se redirige al sistema nervioso central. Por eso tantas personas reportan claridad mental y productividad durante un estado de ayuno bien gestionado.
3. ¿Por qué desayunar puede sabotear tu rendimiento?
Desde niños nos inculcaron que el desayuno es la comida más importante del día. Pero esa afirmación no está respaldada por la fisiología, sino por marketing. Ingerir alimentos por la mañana desvía sangre al sistema digestivo, rompe la lipólisis y provoca una subida de insulina que a menudo conlleva somnolencia postprandial [7].
Incluso desayunos «saludables», como huevos con aguacate, interrumpen los beneficios del ayuno. No se trata solo de macronutrientes, sino del impacto global sobre la flexibilidad metabólica.
Romper el ayuno a las 2 o 3 de la tarde puede ofrecer una ventaja estratégica: toda la mañana para pensar, ejecutar, y rendir al máximo sin distracciones fisiológicas.
4. El protocolo diario que me cambió la vida (y cómo adaptarlo tú)
Despierto sin ansiedad por comer. Me hidrato con agua y sal, activo mi cuerpo con movimiento ligero o un cardio en ayunas, y luego me sumerjo en mi trabajo más importante. Música de fondo. Café o té si lo necesito. Y un objetivo: foco absoluto hasta que mi cuerpo diga basta.
Cuando llega ese momento —normalmente entre las 14:30 y las 15:00— entreno ligeramente para aumentar mi sensibilidad a la insulina, y luego rompo el ayuno con una comida densa en proteína, baja en calorías y muy saciante. Algo tan simple como 150g de pollo con puré de calabacín y aceite de oliva.
Este protocolo no es una dieta milagro. Es una estrategia de vida que he perfeccionado durante años, ajustando horarios, ritmos y micronutrientes según mi contexto.
5. Entrenar en ayunas: mito o estrategia inteligente
El entrenamiento en ayunas estimula la mitocondriogénesis, mejora la flexibilidad metabólica y promueve una mayor oxidación de grasas [8]. Además, el ejercicio antes de la primera comida del día permite aprovechar el pico de sensibilidad a la insulina post-entreno para maximizar la absorción de nutrientes esenciales [9].
Ya sea cardio ligero, HIIT o pesas, moverte en estado de ayuno es una herramienta poderosa que no compromete el rendimiento si estás bien adaptado y correctamente suplementado con sal, agua y electrolitos [10].
6. Micronutrientes, minerales y salud metabólica: lo que no puedes ignorar
Ayunar no es dejar de nutrirte. Al contrario, es una estrategia que exige precisión clínica. Es imposible sostener este estilo de vida sin cubrir tu cuota de magnesio, sodio, potasio, zinc, vitamina C y otros minerales esenciales como el molibdeno o el boro [11–13].
El molibdeno participa en la sulfitación de compuestos tóxicos y el boro ayuda a mantener niveles óptimos de testosterona, tanto en hombres como mujeres [14,15]. Ignorar estos detalles es lo que lleva a muchos a fallar con el ayuno. No es que no funcione: es que no lo hacen bien.
7. ¿Una o dos comidas al día? Claves para personalizar tu nutrición
Yo como una sola vez al día. No por disciplina ciega, sino porque me funciona. Porque me libera. Porque me da energía. Pero no es para todos.
Para la mayoría de personas —especialmente quienes buscan ganar masa muscular o quienes no dominan aún la densidad nutricional— dos comidas al día son más sostenibles. Permiten cubrir los requerimientos de proteína y minerales con menos carga digestiva y más adherencia [16].
Lo esencial es que esas comidas estén basadas en alimentos densos: carnes, huevos, vísceras, verduras, sal, grasas saludables. Sin ultraprocesados. Sin azúcares escondidos.
8. Cómo sostener esta estrategia a largo plazo sin perder la cabeza
No se trata de obsesión. Se trata de claridad. De saber cuándo comes, por qué comes y cómo eso impacta tu fisiología.
Moverte durante el día, hacer pausas activas cada hora, evitar el sedentarismo brutal de 7 horas seguidas en una silla. Mantener una rutina de entrenamiento, recuperación, sauna, estiramientos. Disfrutar tus suplementos y rituales nocturnos. Dormir bien. Cenar con calma. Todo eso también es ayuno, aunque comas.
No improvises. Ten proteína lista. Ten sal a mano. No ayunes si no dormiste. No entrenes duro si no repusiste. Pero tampoco comas por rutina. Pregúntate: ¿tengo hambre o solo estoy distraído?
9. Cierre clínico: energía, foco y libertad
Desde 2017 he vivido en ayuno. No porque sea una moda. Sino porque me devolvió el control. Mi día ya no gira en torno a la comida. Mi energía no depende de una tostada. Mi foco no muere después de un desayuno.
Esto no es para todos, pero puede ser para ti. Prueba dos comidas al día. Elimina el desayuno. Desayuna tarde. Pero hazlo con intención. Con inteligencia. Con ciencia.
Haz esto esta noche aunque no te apetezca: salta la cena. O salta el desayuno. Escucha a tu cuerpo. Mide tu energía. Observa tu mente. Te sorprenderá lo que pasa cuando el silencio digestivo se convierte en tu superpoder.
Bibliografía
- Cahill GF Jr. Fuel metabolism in starvation. Annu Rev Nutr. 2006;26:1–22.
- Newman JC, Verdin E. Ketone bodies as signaling metabolites. Trends Endocrinol Metab. 2014;25(1):42–52.
- Maalouf M, et al. Ketones inhibit mitochondrial production of reactive oxygen species. Am J Physiol Cell Physiol. 2007;292(3):C758–C767.
- Kim DY, et al. Ketone bodies mediate antiseizure effects through mitochondrial permeability transition. Epilepsia. 2015;56(1):e45–e48.
- Mizushima N, Levine B. Autophagy in mammalian development and differentiation. Nat Cell Biol. 2010;12(9):823–830.
- Madeo F, et al. Caloric restriction mimetics against age-associated disease: targets, mechanisms, and therapeutic potential. Cell Metab. 2014;19(6):805–819.
- Jakubowicz D, et al. High energy breakfast and reduced postprandial insulin response. Obesity. 2013;21(12):2509–2517.
- Van Proeyen K, et al. Training in the fasted state improves glucose tolerance during fat-rich diet. J Physiol. 2010;588(Pt 21):4289–4302.
- De Bock K, et al. Effect of training in the fasted state on metabolic responses during exercise with carbohydrate intake. J Appl Physiol. 2008;104(4):1045–1055.
- Phinney SD, et al. The human metabolic response to chronic ketosis without caloric restriction: preservation of submaximal exercise capability. Metabolism. 1983;32(8):769–776.
- Volpe SL. Magnesium in disease prevention and overall health. Adv Nutr. 2013;4(3):378S–383S.
- Vitetta L, et al. The importance of magnesium in clinical healthcare. Clin Interv Aging. 2013;8:1331–1332.
- Barbagallo M, et al. Magnesium homeostasis and aging. Magnes Res. 2009;22(4):235–246.
- Hunt CD. Dietary boron: Progress in establishing essential roles in human physiology. J Trace Elem Med Biol. 2012;26(2-3):157–160.
- Nielsen FH. The addition of boron to supplements improves bone strength and hormone balance. Environ Health Perspect. 1994;102(Suppl 7):35–42.
- Tinsley GM, et al. Intermittent fasting combined with resistance training: Effects on body composition and muscular performance. Eur J Sport Sci. 2017;17(2):200–207.